Os presento mi medidor de disciplina: jeje. Lo tengo colgado de la puerta del frigorífico. Veamos… estas fiestas he engordado 4 kilos y me estoy disciplinando para recuperar mi talla. Áprovecho que soy muy visual para inventarme este termómetro: por cada pequeño logro (eliminar cholocate y dulces, almuerzo de fruta y té o café), añado una bolita azul o verde, y por cada logro importante para mi objetivo (hacer deporte, cena de yogur con muesli y fruta), uno rojo. Ya os iré contando cómo va, he pensado que la revisión será semanal.

Lo prometido es deuda: las 50 utilidades de la pieza de madera propuesta (véase entrada anterior del blog, sobre la técnica creativa de Osborn lluvia de ideas o brainstorming):





1. Comenzar la maqueta de una ciudad prodigiosa.
2. Ponerlo en un catálogo de Verdes.
3. Hacer piezas con los otros seis colores y regalar un arco iris de madera.
4. Estudiar los matices del verde en una representación gráfica con óleo, acuarela, acrílico…
5. Dárselo a un niño o a una niña para que juegue con ella y nos de las cuarenta y cinco respuestas que faltan.
6. Utilizarlo como nuestra pieza inicial para aprender el sistema diédrico de representación.
7. Banco de una casa de muñecas de diseño.
8. Mini-farola de diseño de esa casa.
9. Salo de obstáculos para una mini-raza de mini-personas.
10. Empezar un cuento: “Érase una vez una pieza de madera pintada de verde que no sabía para qué valía…”
11. Preguntar a los demás para qué sirve, en una performance colectiva.
12. Preguntar a los demás y empezar una tertulia.
13. Escribir un libro titulado “Utilidades de una pieza de madera verde”.
14. Hacer más piezas y jugar con ellas.
15. Probar la puntería con un blanco móvil.
16. Probar la puntería en una canasta.
17. utilizarla de modelo en un nuevo sistema de medidas.
18. Comérmela si tengo hambre.
19. Ofrecerla de máximo premio de un concurso de ideas.
20. Partirla para ver qué tiene dentro.
21. Esconderla como tesoro a buscar.
22. Comenzar una colección de piezas de madera o de objetos verdes o de artesanía o de objetos absurdos.
23. Esconderla y encontrarla dentro de veinte años y responder entonces (si me acuerdo de la pregunta).
24. Usarla como metáfora del año 2010.
25. Perderla y volverme loca buscándola (hecho real).
26. Llevarla en el bolso para que nadie adivine lo que tengo.
27. Ir a un museo a preguntar si la expondrían.
28. Presentarla a un concurso de arte de pieza única.
29. Ganar ese concurso.
30. Pasar media hora entretenida.
31. Incluirla en una lista de “Maneras creativas de gastar el tiempo”.
32. Comenzar una hilera de objetos para dar la vuelta a la tierra.
33. Coser una muñeca, meterla dentro y decir que “tiene el corazón de madera”.
34. Quemarla para dar calor.
35. Partirla y convertirla en palillos.
36. De pisapapeles.
37. Para que cuando me la encuentre en el bolsillo recuerde algo importante.
38. Tirar una pared de ladrillos arrojándola con fuerza en repetidas ocasiones (esto también puede ir en el punto 31).
39. Comenzar un juego de construcción.
40. Llevarla de broche y comenzar una tendencia.
41. Cocerla para que se ablande.
42. Morderla para no pillarse la lengua.
43. Para demostrar que la madera flota.
44. Como barquito de juguete.
45. Como pieza central de un balancín.
46. Para practicar la talla de madera.
47. Amuleto de la suerte.
48. Inventar una nueva curación depositando piezas de madera en las diferentes partes del cuerpo.
49. Para ejercitar los músculos de la mano.
50. De regla para subrayar.
51. (Me he equivocado al contar en la lista que he escrito a mano, estaba lanzada). De adorno.
52. Como el objeto elegido para llevar a una isla desierta. (Mi preferido).




¿Te animas a enviar los tuyos?

Un abrazo. 

Virginia Castanedo

Creatividad, Arteterapia y Educación emocional 
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