Buenas tardes:

 
Confieso haber estado llena de ideas el lunes, cuando escribí la última, y por no haberlas apuntado, me encontré el miércoles bloqueada sin saber qué poner, y con mi bebé pidiéndome que vegetara salvo que quisiera caerme, validando la definición de ingravidez en su segunda acepción. 
Estado nebuloso que se ha prolongado hasta ahora, momento en el que reclama mi atención moviéndose desde mi interior en oleadas intensas. 

Finalmente, he encontrado el tema, después de hablar de niños y niñas y de personas adultas, toca la juventud. En este caso, representada por los-as  veintiún participantes en un Programa de Empleo de una localidad cercana, en el que imparto los módulos de Inteligencia emocional y Automotivación.

Hablamos, en la primera parte de la sesión, de las emociones básicas: ira, amor, miedo, alegría, tristeza, asco.

 Los chicos y las chicas llegaron a la misma clasificación de las emociones que puede verse gráficamente en el mapa mental en esta entrada anterior.

(En la fotografía, Bilbao en construcción, igual que l@s chavales-as (el nuevo estadio de fútbol de San Mamés), enmarcado en unas curiosas viviendas de colores.)


Después estuvimos escribiendo el mayor número posible de emociones que supieran, y las clasificamos dentro de esos cinco grandes grupos generales.

 Algunas sencillas, como Nostalgia, euforia, cariño, rabia (en Tristeza, alegría, amor   y enfado respectivamente) y otras con las que puedes ejercitarte: ¿en qué apartado clasificarías el asombro? ¿Y la decepción? ¿Y los celos?

Curiosamente y desde su inconsciente grupal, el mayor número de emociones estuvo en el apartado Miedo. Claro, están en el vértigo del comienzo de la vida, de la incertidumbre de qué sucederá, de por qué caminos transitarán.

La siguiente fase fue introspectiva, y te invito a que tú también reflexiones: 

¿Cuáles de esas emociones te dejas sentir? 
¿Con cuál estás más cómod@?
¿Hay alguna que reprimas?
¿Te sientes a gusto cuando las demás personas las expresan?
En próximas entradas hablaremos de las emociones sustitutivas, cuando no nos damos el permiso de sentir alguna. Y lo anoto ya para no decir que se me ha olvidado.
 
Como dato significativo y en favor de estos/as jóvenes, la emoción que expresan con mayor facilidad y de modo unánime es la alegría. Les deseé de corazón que la mantuvieran durante muchos años, que siguieran con ilusión. Nos hacen falta personas con empuje, energía y que sonrían.
 
Si me permitís la broma, han elegido el camino de la fotografía.
¿Y tú? ¿por qué senda transitas?

Un enlace a un blog que merece la pena visitar, en una metáfora del sentido vital en un maletín.

Un abrazo:

Virginia Castanedo

Creatividad, Arteterapia y Educación emocional 
Sesiones individuales y grupales
Te escucho en hola@elcaminocreativo.com
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