Buenas tardes-noches-días, sea cuando sea que leáis esto. Y gracias por ello.

Pasaré a presentarme:me llamo Virginia, soy coach creativa entre otras muchas cosas que ya os iré contando. Y también novata en esto de los blogs… tuve uno hace años, pero estoy bastante perdida. Espero ir cogiendo el ritmo poco a poco.

Hablaré de cinco grandes temas: Coaching, Arteterapia gestalt, creatividad, expresión artística y excentricidades varias de mi vida personal. Hoy empiezo con un brevísimo apunte del primero.

¿Qué es eso de «Coach», «Coaching»…? Veamos… el Coaching es una disciplina que trata de sacar lo mejor de cada persona, partiendo de la realidad de cada un@ y buscando siempre el lado soleado y positivo de las situaciones vitales.

Las circunstancias, el cómo nos va en la vida, depende en gran medida de cómo nos tomemos las cosas. Hay quien ve un premio de la loteria como quebraderos de cabeza, y quienes vemos un despido como oportunidad de hacer lo que deseamos. Así fue, de hecho, la primera vez que monté mi propio negocio.

Estoy especializada en la recuperación de la creatividad en artistas bloqueados (personas que desean escribir, pintar, actuar, expresarse… pero que siempre lo dejan para más adelante, o consideran que lo que hacen es mediocre…)

¿Te suena?

Yo era una pintora que no pintaba y fui descubriendo mi camino, probando, equivocándome (lo que me ayudaba a ver por dónde no ir), aceptándome, investigando… Ahora la expresión artística forma parte de mi vida diaria, y me considero una persona básicamente feliz. La satisfacción de realizar lo que deseo, de tener un aliciente para levantarme cada día, aprender a disfrutar más de los pequeños detallles, ser más consciente.

Bueno, que quiero contar mucho en poco espacio, y esto es sólo una presentación. Os invito a que participéis, ya que haremos propuestas al menos semanalmente. Empezaré yo, y confío en que pronto podáis aportar más cosas desde el otro lado de la red y caminemos junt@s hacia nuestros sueños…. Bueno, cada persona a los suyos.

De momento, y como propuesta inicial, podemos empezar con un listado de pequeños placeres. Cotidianos. Cuanto más concretos, mejor. Por ejemplo, el calor de la cama antes de despertarse el fin de semana; de hoy mismo: ver a la primera persona del año tendida al sol sobre la hierba (y saber que la primavera está llegando). Claro que lo mejor sería tumbarme, o tumbarte tú…

Hasta mañana.