Buenos días:
Gracias por leerme al otro lado y por la paciencia mostrada desde la publicación del último post.
Dedico esta entrada a Nagore con todo mi cariño.
Las visicitudes en los cuentos tienen mucho que ver con la vida. Ya hemos hablado en otras ocasiones de la importancia de Cómo contamos nuestra historia personal para reelaborar y sanar heridas sangrantes e incluso cicatrices. Éstas aparecen cuando no aceptamos algo que nos ha dañado, desde el primer «no» de tu madre hasta un abandono, malos tratos, etc.
Como afirma el imprescindible Boris Cyrulnik, («Los patitos feos»), poder narrar lo sucedido nos ayuda a dar sentido a la experiencia y la reorganiza.
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El caos de las experiencias |
Ya no es algo que creemos que debemos mantener en secreto por culpa o vergüenza, como sucede en tantas ocasiones con las víctimas de abusos sexuales, sino que las palabras se convierten en un vehículo de libertad.
Organizan y templan emociones, pensamientos y actos. Sirven de bálsamo de perdón para uno/a mismo/a y para los/as demás, lo que nos permite continuar con nuestra vida con dignidad, respeto y amor. Seremos entonces capaces de establecer un proyecto vital duradero y que nos suponga felicidad y superación. Mirar a lo que sí funciona.
La semana pasada, en un grupo de Arteterapia para personas con depresión mayor, sugerí que repitieran la frase «soy una persona valiosa«. Una de ellas me miró, mientras lo pronunciaba, con ojos de sorpresa y reconocimiento. Se acababa de percatarse de que ella es valiosa, y continuó recitándola como una oración.
También es válido todo esto para personas con menos daños (vivimos en una sociedad neurótica*), para superar otras pruebas que también fueron duras, como una ruptura amorosa, una decepción, la falta de sentido vital y tantas cosas por las que hemos derramado lágrimas.
Cualquier trabajo con amor nos abre puertas y herramientas para poder superar nudos posteriores. Te invito a utilizar los cuentos. Coge papel y lápiz y deja volar tu imaginación.
1. Haz un repaso a grandes rasgos de tu biografía. ¿Qué personaje serías?
Puedes ser el hermano menos de tres (y los dos mayores son orgullosos y soberbios), una princesa o un príncipe, una linda molinera o un esbelto pastor, un duende…
¿Qué épocas han sido felices, cuáles desgraciadas o duras? ¿Qué título pondrías a cada capítulo, a cada época?
2. Piensa en los episodios críticos de tu biografía. ¿Qué enseñanzas has sacado de ellos?
Si ese aprendizaje fuera un objeto o un súper- poder, ¿cuál sería?
Por ejemplo: un dragón, gigante, Caballero negro, monstruo, encantamiento, maldición, destierro, Castillo encantado, cíclope, ser maligno…
Para superar pruebas como vaciar un granero de trigo y llenar los sacos en una noche, encontrar las llaves en el río, etc.
3. ¿Qué recursos utilizaste para salir con bien de esos obstáculos?
Pueden ser amigos animales, humanos o sobre humanos, objetos mágicos, lámparas encantadas…
4. ¿Cuál será el siguiente capítulo?
¿Te atreves a escribir un cuento de tu vida? Recuerda que todos los recursos que has utilizado siguen siendo tuyos ahora, porque son internos.
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Una bonita nube |
* Tengo pendiente escribir sobre las palabras de Claudio Naranjo sobre la sociedad enferma y las posibilidades de cambio.
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Mi bendición:
Virginia Castanedo
Creatividad, Arteterapia y Educación emocional
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