La nube de ceniza es uno de los elementos protagonistas del collage de la semana pasada, que creo que viene al hilo de la entrada de hoy.




Buenos días y bienhallada en este último día de abril.


Como podéis deducir, sigo en la revisión de mis principios vitales, aprovechando la ola de los acontecimientos vitales que estaban fuera de mi control.


Exactamente igual que la nube de ceniza: de repente, un día, se suspenden los vuelos por algo sobre lo que no tenemos control y con lo que, por supuesto, no contábamos. ¿Qué hacemos? ¿Nos rebelamos, nos quejamos, nos lanzamos hacia adelante, nos sentamos a esperar que vengan mejor las cosas, lo tomamos con calma… o todo eso y en un orden similar? ¿Cómo actuamos cuando algo se sale de nuestra agenda, ante los imprevistos de los que la vida está cuajada?


Y revisando, revisándome una vez más, he vuelto a la misma pregunta formulada en muchas ocasiones, y que cada vez tiene una respuesta más precisa:

¿Qué es lo que te hace único, única?

¿Qué haces que sea diferente al resto, cuál es tu don? ¿Qué es lo que tú sabes hacer mejor de esa manera, y nadie más en el mundo?

Según Chopra, estamos en este mundo para descubrir nuestro talento, nuestro yo superior. Para sacarlo a la luz, para expresarlo.

¿Expresas tu talento? ¿Qué puedes hacer para expresarlo?

Un talento puede ser empatizar con las demás, o la expresión artística de conceptos, o hacer una mousse de chocolate sublime, o diseñar ropa, o cientos de cosas que hacen que la vida sea más hermosa, y que, al realizar esa actividad, nos sumerjamos en el tiempo y nuestra existencia vuelva a cobrar sentido y entusiasmo.

Finalmente, otro componente de la ley del Dharma, el que completa el trípode espiritual, nos habla del servicio a las demás. ¿Qué puedo hacer para ofrecer mis talentos a la humanidad?

CÓMO APLICAR LA LEY DEL «DHARMA» O PROPÓSITO EN LA VIDA

Pondré a funcionar la ley del dharma comprometiéndome a hacer lo siguiente:


1) Hoy cultivaré con amor al dios en embrión que reside en el fondo de mi alma. Prestaré atención al espíritu interior que anima tanto a mi cuerpo como a mi mente. Despertaré a esa quietud profunda del interior de mi corazón. Mantendré la conciencia del ser atemporal y eterno, en medio de la experiencia limitada por el tiempo.

2) Haré una lista de mis talentos únicos. Después haré una lista de las cosas que me encanta hacer cuando estoy expresando mis talentos únicos. Cuando expreso mis talentos únicos y los utilizo en servicio de la humanidad, pierdo la noción del tiempo y produzco abundancia tanto en mi vida como en la vida de los demás.

3) Todos los días me preguntaré: «¿Cómo puedo servir?» y «¿Cómo puedo ayudar?» Las respuestas a estas preguntas me permitirán ayudar y servir con amor a los demás seres humanos.

Suerte en la búsqueda… y seguramente nos encontraremos en ese camino.

Un abrazo. 

Virginia Castanedo

Creatividad, Arteterapia y Educación emocional 
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