Buenos días:
Hoy he cambiado los planes que tenía por una conversación que me ha abierto los ojos y el alma en muchos sentidos, como sólo puede hacerse en una amistad que ha traspasado las crisis internas y los años y está cada vez más viva.
Ha salido el miedo a nuestra propia grandeza ante un proyecto conjunto gestado desde hace más de veinte años y que ahora es capaz de materializarse con tanta naturalidad como los árboles en primavera. Sólo que esta vez ya tenemos cuarenta años* y sabemos perfectamente hasta dónde podemos llegar, nuestras fortalezas y debilidades. Hasta donde nuestro entusiasmo nos conduzca, es decir, hasta donde queramos. Desde un trabajo hecho desde el corazón y para mejorar el mundo.
¿Y por qué se nos ha ocurrido ahora y no antes? Porque estábamos viendo nuestros deseos sin haberles quitado todas las capas.
El verdadero deseo se oculta detrás de tus anhelos. A veces, creemos añorar o querer algo, y en realidad sólo deseamos sus consecuencias.
. Te invito a que expreses tus deseos. Por ejemplo: «me gustaría trabajar de bibliotecaria«. Analiza tu petición. ¿Quieres ordenar y clasificar libros, atender a las personas usuarias… o quieres el silencio y miles de libros a tu disposición?
Cualquiera de las dos respuestas es igualmente válida, mientras sea la verdadera para ti, la que toca tu corazón y con la que vibra tu alma.
Muchas veces he oído «Quiero trabajar con niños«. En ocasiones era verdad, en otras sólo anhelaban sus dos meses de vacaciones o ganar dinero con un colectivo que les resulta cómodo.
O desear la vida de una persona famosa, cuando no soportaría la falta de intimidad, y sólo quiere una existencia con muchas comodidades dedicado a lo que ama.
¿Cómo se nos ha ocurrido? Por preguntarnos de vez en cuando si lo que hacemos ahora lo haríamos si no tuviéramos que ganarnos la vida.
¿Qué harías si tuvieras tu vida solucionada económicamente? Deepak Chopra lanzó esa cuestión fundamental, y pocas cosas aceptan la respuesta, si escuchamos de verdad a nuestro alma. Y es esa respuesta a lo que debes consagrarte para ser feliz. Te lleva de la mano a lograr tus sueños, los verdaderos, despojados de envoltorios, cofres de tesoros y capas.
Una interrogación tan poderosa que da miedo, porque muchas veces no sabes la respuesta, o está muy alejada de donde te encuentras ahora. No importa. Lanzarte a preguntar es el primer paso para que las soluciones se posen a tu lado. De lo contrario, no las reconocerías al mirarlas.
¿Y qué es esto que se nos ha ocurrido? Lo descubriréis en unos meses, se está incubando.
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Un abrazo.
Virginia Castanedo
Creatividad, Arteterapia y Educación emocional
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