Buenos días y bienhallada, bienhallado de nuevo:
 
¿Qué tal comienza este mes de septiembre? Os deseo un proyecto por el que vivir y alguien con quien compartirlo.
 
 Tengo esta entrada preparada desde la semana pasada, pero quería añadir algún vídeo de algún proceso creativo (abajo, el proceso de entintado de un mandala), y estoy teniendo problemas técnicos para subirlo a Youtube, de modo que no he querido esperar más, porque veo que pasan los días sin fruto.
 Vamos a la tarea entonces.
 

El sentimiento de culpa y la responsabilidad. 

 
Vamos primero al diccionario de la RAE.
 
CULPA: Imputación a alguien de una determinada acción como consecuencia de su conducta. Tú tienes la culpa de lo sucedido.// 2. Hecho de ser causante de algo.// 4. Psicol. Acción u omisión que provoca un sentimiento de responsabilidad por el daño causado.
 
En muchas ocasiones nos arrogamos la carga de lo sucedido, como decíamos en la entrada anterior,  sobre sucesos en los que no tenemos ningún poder, como por ejemplo: alguien de mi familia enferma o tiene un accidente, empiezan a despedir a muchas personas en la empresa en la que trabajas de oficinista, alguien tima a 1 amig@, etc. 
Hay personas con mayor tendencia a tomar todo bajo su ala. Si te sientes identificad@ con esto, te invito a que, la próxima vez que notes un pinchazo de emoción negativa y sepas racionalmente que no te corresponde, te preguntes: ¿Qué estoy tratando de evitar en mi vida, que busco esto otro para taparlo?
 
En otros casos, lo que sucede no nos gusta, y, aún siendo efectivamente de nuestra responsabilidad directa, tiramos la piedra a otras personas (que suelen concordar con el tipo descrito arriba). Por ejemplo: tengo un examen, no estudio, suspendo y digo que ha sido culpa del profesor-a, del examen o del perro que me comió los deberes. Otro ejemplo: llego tarde habitualmente al trabajo, me enfrento a mis jefes-as y compañeros-as… y me despiden por culpa de la crisis en la que estamos, por supuesto.
En ese momento probablemente me sentiré liberad@ de la carga, pero la realidad es que la cuestión a resolver sigue ahí, acumulándose. Mirar hacia otro lado no elimina la basura.
Hablemos ahora del siguiente concepto, la responsabilidad: 
 

La gestalt nos habla de la responsabilidad como habilidad o capacidad para encontrar la respuesta a las propias necesidades y hacerse cargo de sí

Sin entrar en juicios ni emociones: ha sucedido algo, me hago cargo de ello de la mejor manera posible, como he querido plasmar gráfica mente en la ilustración de abajo:
Espero que os haya resultado útil.
 

Un abrazo. 

Virginia Castanedo

Creatividad, Arteterapia y Educación emocional 
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