Buenos días:
Disculpadme por la tardanza en escribir: este lunes me he reincorporado al trabajo y me he visto arrollada por lo urgente e importante: un montón de detalles del Centro de Día Artístico que hemos abierto desde la Asociación Sendarte. El blog está en otra categoría: importante y no urgente, de modo que he tenido que posponerlo con nostalgia.
Hoy vamos a hablar de otro mecanismo neurótico gestáltico: la retroflexión o invasión de tu propio mundo interior.
Retroflecta aquella persona a la que alguien agrede y se culpa a sí misma por haber estado allí o por considerar que le ha dado motivos a su atacante.

Si tenemos una relación mala con nuestras emociones, como la ira, y no las expresamos correctamente, es decir, sin daño para nosotros-as ni para los-as demás, podemos llegar a somatizar ese sentimiento con migrañas, dolores de cabeza, molestias estomacales, ansiedad, depresión, etc.
Perls, padre de la terapia gestalt, afirmaba en «Yo, hambre y agresión» que las retroflexiones más importantes son odio hacia uno-a mismo-a, narcisismo y autocontrol.
¿Te reconoces en alguna de estas actitudes? Te invito a que busques un ejemplo concreto en tu vida.
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Próximas entradas: los valores que destruyen el mundo, los que lo construyen, gestión del tiempo, la relación con el dinero… y todo aquello que vaya surgiendo.
Un abrazo:
Virginia Castanedo
Creatividad, Arteterapia y Educación emocional
Sesiones individuales y grupales
Te escucho en hola@elcaminocreativo.com
679 664 693
Conmigo, no falla: cuando me enfado mucho, luego me encuentro mal del estómago. Así que…sí: me identifico con algunas cosas que has dicho.
Pero ¿Cómo podríamos expresar la ira sin hacer daño a los demás ni a nosotros mismos? Supongo que existen ejercicios para ello…
Trabajaré en todo esto a partir de enero, seguro 😛
Besos
Hola, InspirArte, y gracias por tu fidelidad. Pues habrá una próxima entrada sobre cómo podemos canalizar la ira que espero que te sirva.
¡Ay, el estómago y las cosas que no podemos/queremos digerir!
Un beso.