Visita el perfil freelance de Virginia Castanedo en InfoLancer.net

El Bosque pintado de Oma, de Agustín Ibarrola, una joya artística y natural en Vizcaya.


Buenos días y bienhallados/as en este puente que recorre la península:

Aprovecho estos días de asueto para viajar y replantearme varias cosas, como la que voy a compartir hoy con vosotras: la diferencia entre tener que y querer.

Teniendo nuestra misión vital de guía, nos encontraremos con que habrá actividades y etapas que pasaremos con gusto y disfreute (sobre todo las referidas a la cosecha), otras que nos resultarán indiferentes y otras que no querremos realizar.

¿Qué sucede si sólo hacemos lo que nos gusta, saltándonos la otra parte, que suele ser la más ardua, lenta y tediosa?

Que caminaremos en círculos, sin avanzar, y tal vez preguntándonos por qué no llegamos a nuestros sueños. Igual que cuando queremos ver la obra de Ibarrola, el Bosque pintado… tenemos que superar tres kilómetros en medio del monte, con desniveles importantes. Si no pasas por ello, con vistas tan bellas como la foto superior, no llegarás a atisbar el bosque, como en esta:

¿Podemos llegar al Bosque encantado creativo sin pasar por el camino previo?

¿Qué pasos me resisto a dar porque no son cómodos ni agradables?


¿Y si hacemos un esfuerzo y, en contra de nuestra voluntad, hacemos las tareas que nos resultan odiosas, aburridas o demasiado agotadoras? El precio es muy caro, porque el odio se acumula en forma de rencor, y cuando cae una brasa prendida nueva, vuelve a incendiar toda la hoguera.

Por ejemplo, llevo un tiempo escribiendo un libro sobre el Proceso Creativo… Muchos de los conceptos que se me ocurren los pongo en primicia en este blog, después los voy elaborando. Esta parte me encanta: relacionar ideas, darme cuenta, ver conexiones inéditas… La disfruto y me siento realizada.

Ahora bien, llega la parte trabajosa, y me doy de bruces con una realidad con la que no contaba cuando me propuse escribir el ensayo: crear una estructura sólida y coherente de libro, que fluya como un río, requiere leer y releer mis artículos y mis apuntes, clasificarlos, pasarlos a limpio, quitar las malas hierbas, pulirlos, dar coherencia e integridad a los capítulos y éstos a la obra… Y cuando he leído por vigésima vez un mismo folio, me cuesta saber si me gusta o no, si incluírlo, si…

Si logro encontrar la motivación para completar esta tarea que ahora me resulta pesada, conseguiré concluir el libro (o el proyecto que sea en el que estés ahora ). Hacer un esfuerzo por encontrar la parte positiva, elegir querer hacerla con amor y alegría. Pasar del «tengo que» al «quiero».

¿Cómo? Puede ser buscando retos intermedios, aumentando la conciencia de lo que haces, con un premio después, o zambulléndosnos en ella lo suficiente como para amarla, disfrutándolo.

Y siempre teniendo en cuenta, encima de nuestra cabezaa, el Faro de nuestra misión que nos guía.

Tal vez como otras veces en nuestra vida, cuando un amigo, una amiga, nuestra pareja o alguien de nuesttra familia hace o dice algo que nos hiere o no nos gusta… y seguimos amándolos. Incluso tal vez porque, gracias a esos defectos, no son perfectos, sino humanos.

Un abrazo. 

Virginia Castanedo

Creatividad, Arteterapia y Educación emocional 
Sesiones individuales y grupales
Te escucho en hola@elcaminocreativo.com
679 664 693