Visita el perfil freelance de Virginia Castanedo en InfoLancer.net Os presento el primer intento de mi propio césped de papel (faltan las margaritas y los tréboles). Llevo meses soñando con mi pequeño jardín de primavera en pleno invierno, encima del ordenador. He aquí. El rato que estuve creándolo me valió más que todo el día…

Buenas tardes, bienvenida a Sherezade, y mucha suerte en tu camino, espero que lo compartamos.


¿Qué tal  allá donde estéis? Os deseo un rayo de sol y de calor. Mi rayo particular es esta entrada. El blog es una de mis piedras de toque, escribiendo y seleccionando las fotos logro conectar con mi mejor yo… y luego quedo preparada para la siguiente sesión de lo que tenga entre manos. Gracias por estar ahí.

Muchas veces me han comentado, y me imagino que también a vosotras: «Si estás bien ahora, ¿para qué cambiar?«, o «¿Dejar ese trabajo fijo? Venga, que del arte no se vive». Y claro, la pregunta da título a esta entrada: ¿Y por qué conformarme?
Tal vez lo fácil sea seguir con lo que hago ahora, no tratar de mejorar ni de avanzar. Claro que, entonces, ¿Habré vivido la vida o sólo media vida? ¿Qué pensaré de mí cuando mire atrás?



Espero saberme y sentirme agotadamente feliz, saber que vivo cada minuto, que he tratado cada instante de manera relevante y dotándole de sustancia, como después de hacer el amor.

Porque, si no me hubiera arriesgado, no hubiera hecho Bellas Artes, ni mi reveladora formación de Arteterapia Gestalt, que tanto me ha dado a mi vida personal y artística, ni conocería a tantas personas apasionantes, ni me hubiera movido de mi lugar de nacimiento, ni hubiera caído en la bancarrota (ni me hubiera recuperado), si no me hubiera arriesgado no hubiera invitado a café a mi amor, Borja, ni tendría mis cuadros, ni me hubiera emocionado en el caos fértil creativo, al lograr cada hito de mis sueños, al definirlos, mimarlos, regarlos, abonarlos, orearlos, limpiarlos, alimentarlos…

¿Quieres una vida pasada de puntillas, sin riesgos, con la comezón incómoda de que algo me falta y no sé qué, tal vez me aburro demasiado, no sé qué hacer con mi tiempo, con mi relación de pareja, ni con mi vida, ni…?



Haz una locura: atrévete a hacer lo que amas, degústalo, utiliza el vértigo como energía creadora… y la vida se abre como las nubes después de llover.


La próxima entrada, las delicadas y a la vez poderosas Capas de Heridas del grupo de Desbloqueo creativo…

Un abrazo. 

Virginia Castanedo

Creatividad, Arteterapia y Educación emocional 
Sesiones individuales y grupales
Te escucho en hola@elcaminocreativo.com
679 664 693